Guepardita asesina

Uno puede elegir cuando terminan las cosas. Si yo digo que mi sábado termino a las 8 de la mañana del domingo. Así fue. Y el día de hoy empecé con la calidez de las frazadas después de tanto caminar a la madrugada volviendo de una fiesta que no estaba nada buena, pero viví bien porque estaba en la mía.
Y este día lo voy a terminar con la mente en positivo. Y ni bien termine, como la vida es un ciclo, va a empezar, positivo, positivo. No tengo motivos para no ser feliz. No, no los tengo. Tengo motivos para vivir, ser feliz y sonreír cada mañana, y ahí están todos los días recordándome porque deje la bulimia hace ya más de dos meses y las cortadas hace más de tres.
No tengo que forzar las cosas. Puedo darles un empujón, puedo apurarlas, pero no comer nada solamente va a ser retroceder muchos pasos.
La solución es cocinar yo, lo cual va a aliviar también a mamá de tanto laburo.
No tengo que pensar en lo gorda que estoy, sino en que llegue a bajar 12 kilos, aunque haya recuperado 3.
No tengo que pellizcar mi grasa, sino toquetear mis huesos y huecos.
No tengo que lamentarme por lo que no puedo hacer. Tengo que ser realista y pensar cómo hacerlo, cuándo, dónde, y no ser vaga! Hacerlo! Yo puedo hacerlo!

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Soy un chita. Una asesina. Una mujer fuerte. Sensual, rápida, fuerte, hermosa.